Un inesperado y aterrador momento vivieron los bañistas de la playa Nuevo Paraíso, en la provincia de Contralmirante Villar, cuando un cocodrilo americano de casi dos metros de largo ingresó al mar, generando pánico y obligando a la gente a retirarse del agua de inmediato.
La ingeniera forestal Éricka Gamboa, de la Dirección Forestal, Fauna Silvestre y Asuntos Ambientales, confirmó que este incidente no es aislado: “Se han reportado varios avistamientos de cocodrilos en el mar de Tumbes, en playas como La Cruz, Zorritos y ahora en Nuevo Paraíso”. Explicó que esta especie se adapta con facilidad tanto al agua dulce como salada, lo que le permite desplazarse desde su hábitat natural —el río Tumbes— hacia zonas costeras.
Tras el aviso de los bañistas, las autoridades organizaron un operativo inmediato para capturar al reptil y reubicarlo en su entorno natural. “Especialistas lograron intervenir y asegurar al reptil, trasladándolo de forma segura”, señalaron fuentes oficiales.
El cocodrilo americano (Crocodylus acutus) habita en manglares, esteros y cursos de agua salobre. Aunque puede alimentarse de peces, aves y pequeños mamíferos, los ataques a humanos son poco frecuentes. En la región existe un criadero que mantiene alrededor de 300 ejemplares en cautiverio, los cuales, una vez fortalecidos, son liberados como parte de un programa de conservación ambiental.
Finalmente, Gamboa hizo un llamado a la población: “No provoquen ni agredan a estos ejemplares; mientras no se sientan amenazados, no atacan”.
