En medio de una crisis económica que golpea a millones de peruanos, el Gobierno oficializó un polémico incremento del 122% en el sueldo de la presidenta Dina Boluarte. De acuerdo con la norma publicada en el diario oficial, el salario mensual de la jefa de Estado pasó de S/16,000 a S/35,568, superando incluso el tope legal establecido para funcionarios públicos.
Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la medida responde a una “nivelación salarial” con otros mandatarios de América Latina. Argumentan que el Perú se encontraba en los últimos puestos del ranking regional en cuanto a remuneración presidencial.
Sin embargo, el anuncio no ha pasado desapercibido y ha generado una ola de críticas en la opinión pública y en diversos sectores políticos.
Lo que ha generado controversia:
La solicitud del aumento salió directamente del Despacho Presidencial. El nuevo monto supera el límite legal de S/26,000 para funcionarios públicos. Una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) revela que el 94% de los ciudadanos rechaza este incremento.
En redes sociales, ciudadanos expresan su indignación por lo que consideran una medida desconectada de la realidad nacional, especialmente en un contexto donde el costo de vida sube, el empleo informal aumenta, y muchas familias apenas logran cubrir sus necesidades básicas.
¿Era el momento adecuado?
El debate está abierto: ¿resulta razonable este incremento en medio de un país que atraviesa múltiples crisis sociales y económicas? ¿Debe revisarse el criterio para fijar el salario presidencial?