Un trágico suceso ha conmocionado a una familia del caserío Santa Isabel, en el distrito de Mórrope, región Lambayeque. Un niño de apenas dos años perdió la vida luego de caer accidentalmente en un balde con agua mientras jugaba en su hogar.
La madre, Ángela Alvarado Flores, de 24 años, descubrió al menor sin signos vitales tras advertir un silencio inusual en la vivienda. Pese a los esfuerzos de la familia por reanimarlo, lamentablemente no fue posible salvarlo.
Según las primeras versiones, el niño habría trepado sobre una pequeña silla para acercarse al balde y, al perder el equilibrio, cayó dentro del recipiente. La familia lo encontró sumergido y sin reacción.
Las autoridades locales han recordado a la población la importancia de extremar medidas de precaución en el hogar, especialmente cuando hay menores de edad, a fin de prevenir tragedias similares.
Este lamentable hecho nos recuerda que la seguridad infantil debe ser una prioridad constante. Más allá del dolor de la familia, es fundamental reforzar la prevención de accidentes domésticos mediante educación comunitaria y campañas sostenidas que promuevan entornos seguros para los niños.
