El ministro de Educación, Morgan Niccolo Quero Gaime, confirmó de manera oficial su afiliación al partido Ciudadanos por el Perú (CPP), organización política vinculada a Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta de la República, Dina Boluarte.
Según el propio Quero, su incorporación al CPP —realizada en marzo de 2025— responde a una decisión personal basada en convicción política y en el ejercicio de sus derechos constitucionales. “Tiene que ver con mis derechos como ciudadano y con la posibilidad de organizar una participación sostenida en la vida pública”, declaró en medios nacionales.
La noticia de su afiliación ha despertado cuestionamientos, ya que se suma a una serie de observaciones sobre el creciente vínculo entre dicho partido y cargos designados dentro del Ministerio de Educación. En abril de este año, fue nombrado Fernando Félix Huayhua, uno de los fundadores de CPP, como director general de una dirección técnica del Minedu, lo que generó críticas por una posible injerencia partidaria.
Adicionalmente, se conoció que el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP) —adscrito al ministerio— emitió contrataciones por montos de S/ 16,000 y S/ 20,000 a personas afiliadas al mismo partido, contratos que posteriormente fueron anulados por la propia entidad tras la difusión del caso en medios de comunicación.
Aunque actualmente ocupa un cargo clave en el gabinete ministerial, Morgan Quero no ha descartado postular a un cargo público en las elecciones generales de 2026. Ha señalado que por el momento su única prioridad es “servir al Perú desde el sector Educación”, pero dejó abierta la posibilidad de renunciar al ministerio después del 13 de octubre, fecha límite establecida por ley para que funcionarios con aspiraciones electorales puedan separarse del Ejecutivo.
Ante el debate generado, el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, respaldó la decisión de afiliación del ministro y afirmó que no existe conflicto de intereses, ya que no hay impedimento legal para que un ministro milite en un partido político mientras esté en funciones.
Si bien su afiliación es legal, el caso de Morgan Quero ha reavivado el debate sobre la politización del aparato estatal y la influencia de figuras cercanas al entorno presidencial en la administración pública. En un contexto marcado por la baja aprobación del gobierno, esta situación añade presión al Ejecutivo, especialmente ante las crecientes especulaciones sobre una posible candidatura presidencial impulsada desde el oficialismo encubierto.
Morgan Quero ha dado un paso hacia la arena política formal, sin descartar una futura candidatura. Mientras tanto, su permanencia como ministro y los nombramientos dentro del sector educación seguirán siendo observados con lupa, en un clima de creciente desconfianza ciudadana y cuestionamientos a la neutralidad del Estado.
