La Autoridad Nacional del Agua (ANA), entidad adscrita al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), ha iniciado un procedimiento administrativo sancionador (PAS) contra un poblador del sector Canoa (Chilcal) por realizar una intervención ilegal sobre el cauce del río Chancay – Huaral, en la región Lima.
Durante una inspección inopinada, realizada por la Administración Local de Agua (ALA) Chancay – Huaral en coordinación con la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Chancay – Huaral, se constató el relleno no autorizado de 81 metros lineales del cauce del río con tierra, aparentemente con el objetivo de ampliar superficie agrícola. Esta acción representa una grave afectación a la faja marginal y a un dique de protección que cumplía funciones clave en época de lluvias.
Alteración de cauces: una infracción sancionable
La intervención vulnera lo dispuesto por el artículo 120 de la Ley de Recursos Hídricos (Ley N.º 29338), que tipifica como infracción el daño, obstrucción o alteración de cauces naturales, así como el vertimiento de materiales no autorizados. Por ello, se procederá a notificar formalmente al infractor e iniciar el proceso sancionador correspondiente.
De comprobarse la responsabilidad, la multa podría oscilar entre 0.5 hasta 10,000 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), dependiendo de la gravedad del daño ocasionado. Asimismo, el responsable deberá restituir el cauce a su estado natural, conforme a la normativa vigente.
Presencia de desmontes y llamado a autoridades locales
Durante la visita técnica, también se verificó la presencia de desmontes y residuos de construcción arrojados de forma inadecuada en el área afectada. En ese sentido, la ANA ha exhortado a la municipalidad local a establecer zonas específicas y reguladas para la disposición final de estos residuos, en cumplimiento de sus competencias ambientales.
Compromiso con la protección de los recursos hídricos
La Autoridad Nacional del Agua reafirma su compromiso con la protección, uso sostenible y vigilancia de los cuerpos naturales de agua y sus ecosistemas asociados. Este tipo de intervenciones ilegales no solo afectan la infraestructura hidráulica y el medio ambiente, sino que también ponen en riesgo a las comunidades ubicadas aguas abajo ante eventuales desbordes o pérdida de caudal.
La integridad de nuestros ríos es una responsabilidad compartida.
