El grave accidente ocurrido este lunes en el kilómetro 97 de la Panamericana Norte, donde un tráiler cargado con toneladas de alimentos para aves se volcó e incendió en el sector Hatillo, no solo dejó escenas de alarma y congestión vehicular, sino que también volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la deficiente infraestructura vial y la falta de fiscalización en una de las carreteras más transitadas del país.
El siniestro, registrado cerca de las 12:30 p.m., provocó un incendio de gran magnitud que consumió la cabina del vehículo y parte de su carga. Bomberos de Chancay y Huaral trabajaron arduamente para controlar las llamas, mientras la Policía Nacional cerró parcialmente la vía.
“Estos accidentes no son aislados. La Panamericana Norte sigue siendo una vía de alto riesgo porque no hay un plan integral de prevención ni mantenimiento constante”, criticó un dirigente vecinal de la zona, quien también cuestionó la lentitud en las obras de mejora vial.
La volcadura dejó la carga esparcida sobre la carretera, situación que generó un nuevo problema: pobladores acudieron a recoger los sacos de alimentos, pese al riesgo sanitario y a las advertencias de las autoridades. Este hecho expuso la falta de control policial y la ausencia de protocolos claros para proteger la carga en incidentes de gran magnitud.

Especialistas en transporte han señalado que, más allá de la responsabilidad del conductor, la carretera presenta tramos peligrosos, mala señalización y poca iluminación, problemas que las autoridades nacionales y regionales han prometido atender en reiteradas ocasiones sin resultados visibles.
El accidente ha reavivado la exigencia a los gobiernos central y regional para implementar medidas urgentes de seguridad vial, un sistema de fiscalización más estricto para vehículos de carga pesada y mejoras en la infraestructura que eviten que tragedias como esta se repitan.