El Ministerio de Comercio de China confirmó hoy la prórroga de 90 días de la tregua arancelaria acordada en mayo, mediante la cual Estados Unidos pospone la imposición de nuevos gravámenes sobre productos chinos. La decisión, anunciada apenas horas antes del vencimiento de la tregua, busca proporcionar un entorno propicio para alcanzar un acuerdo comercial definitivo entre ambas potencias y evitar una escalada que afectaría la estabilidad de los mercados globales.
El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que suspende el aumento previsto de aranceles hasta el 10 de noviembre de 2025. Esta extensión mantiene vigentes los aranceles actuales: 30 % sobre productos importados desde China y 10 % sobre bienes estadounidenses, evitando que escalen a niveles de hasta 145 % y 125 %, respectivamente.
Desde Washington, la Oficina del Representante Comercial señaló que esta prórroga “da tiempo para avanzar en conversaciones orientadas a un acuerdo”, abarcando temas clave como las subvenciones a empresas, la transferencia de tecnología y la protección de propiedad intelectual.
China interpretó esta decisión como “un paso positivo”, aunque reafirmó la necesidad de avanzar sobre bases de “igualdad, respeto mutuo y beneficio compartido”, apelando al consenso alcanzado entre los mandatarios durante su reciente comunicación.
Motivos de la extensión por parte de EE.UU.:
- Generar un espacio diplomático que permita retomar y profundizar las negociaciones comerciales bilaterales.
- Evitar un incremento súbito de tensiones que comprometa el comercio, el abastecimiento global y la confianza de los mercados.
- Crear condiciones más favorables para afrontar desafíos estructurales en la relación, como la transferencia tecnológica y las subvenciones estatales.
Con esta prórroga, las negociaciones ganan un respiro hasta noviembre, justo en el momento crítico de preparación de inventarios para la temporada de fiestas, ofreciendo un escenario más calmado para que ambas partes puedan avanzar hacia un acuerdo más estable.
