La tensión diplomática entre Perú y Colombia por la isla Santa Rosa, en Loreto, sumó un nuevo capítulo luego de que el presidente colombiano Gustavo Petro descartara visitar el distrito amazónico, asegurando que hacerlo “sería un acto de guerra”.
En una entrevista concedida a medios internacionales, Petro afirmó:
“No. Ya sería un acto de guerra y todavía quiero evitar la guerra”.
El mandatario reiteró que Colombia no reconoce la soberanía del Perú sobre la isla Santa Rosa y que su creación como distrito, aprobada por el Congreso peruano en julio, constituye “una designación unilateral que viola el principio de primacía del derecho internacional sobre el derecho interno”. Según explicó, el Tratado de Río de Janeiro de 1934 establece que la aparición de nuevas islas debe resolverse “por mutuo acuerdo” entre ambos países.
El jefe de Estado colombiano negó que esta postura tenga motivaciones electorales y responsabilizó al Perú por la controversia:
“Esto no tiene que ver con las elecciones en Colombia, sino con una decisión unilateral del Perú que hace poco declaró como territorio peruano lo que se denomina isla Santa Rosa”.
Petro anunció que en septiembre buscará una reunión con el Gobierno de Dina Boluarte como parte de los protocolos establecidos en el Tratado de Río de Janeiro, firmado tras la guerra de 1932-1933.
Boluarte responde desde Japón
Tras más de 72 horas de silencio oficial, la presidenta Dina Boluarte respondió a las declaraciones de Petro y defendió la posición peruana.
“Nuestra isla Chinería, con su capital Santa Rosa de Loreto, es jurisdicción peruana y está bajo nuestra soberanía nacional. No hay nada pendiente que tratar con nuestro hermano país del norte”, sostuvo.
Boluarte llamó a la calma y destacó el respaldo de diversas instituciones y actores políticos a la defensa de la soberanía nacional:
“No existe ningún conflicto limítrofe con nuestros hermanos vecinos de la región. Los llamo a mantener la calma y la unidad”.
La Cancillería peruana rechazó enérgicamente las afirmaciones de Petro y, en señal de presencia estatal, una delegación ministerial encabezada por el primer ministro Eduardo Arana se desplazó a Santa Rosa para realizar actividades sociales y de supervisión.
Para algunos especialistas, como un historiador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la disputa tendría fines comerciales y no representa un riesgo de guerra.
“El acuerdo fue ratificado; no hay nada que discutir”, aseguró.
