Un momento de tensión fue resuelto gracias al rápido ingenio de un trabajador en el grifo Airus, en la localidad de El Porvenir, región San Martín. Dos delincuentes llegaron simulando ser clientes, pero su intención era robar. El empleado, lejos de ceder ante la amenaza, reaccionó con audacia: utilizó la manguera dispensadora de gasolina para rociarlos, lo que, junto al inesperado apoyo de sus perros, provocó que huyeran abruptamente, sin lograr su objetivo.
Las cámaras de seguridad captaron cómo los asaltantes, tras bajarse de la motocicleta armados, exigían el dinero del día. Fue entonces cuando el trabajador los asperjó con combustible, sorprendiendo a los ladrones en medio de la intimidación. En ese crítico instante, sus dos perros, presentes en la zona, también intervinieron: uno de ellos se acercó y trató de morder a uno de los atacantes, lo que sumado al rociado de gasolina generó el pánico suficiente para lograr su fuga.

La acción conjunta del trabajador y sus mascotas fue determinante para evitar que el robo se consumara. Este hecho ha sido interpretado como un ejemplo de valentía y presencia de ánimo bajo amenaza, donde la rápida respuesta fue clave para preservar la seguridad del establecimiento y la integridad del empleado.
La Policía Nacional del Perú ya ha iniciado las investigaciones correspondientes para identificar y capturar a los responsables. Mientras tanto, el trabajador y sus fieles compañeros caninos se han convertido en protagonistas de una historia que destaca la capacidad de actuar bajo presión y el valor inesperado de la solidaridad animal.